viernes, 10 de mayo de 2013

RELATORIO Viernes 3 de mayo de 2013



RELATORIO
Viernes 3 de mayo de 2013

Como un comienzo para algunos (Anita y Leticia, participaron por primera vez) y un reencuentro para otros que hacía mucho que no íbamos, se deslizó vibrante el encuentro pasado. Estábamos, además, Javiera, Romina, Antonia, Uriel, Virginia, Georgina y Rodolfo. También se sumó Yami, como observadora.
Viernes… galpón, luz de atardecer que se va apagando, pero envuelve en una especie de intimidad… lindo! La serpiente dormía todavía y en cada etapa del encuentro nos fuimos preparando para activarla y dejarla serpentear tranquila hacia el final.
Como cada encuentro, una buena entrada en calor, progresiva, disfrutable. Primero lo primero: posición cero para conectar con toda la energía interna y externa (atraer el caos y darle forma) y contrapostura; después la polea, para empezar a activar la fuerza (la cualidad de piedra); postura de gato, para la columna; posición del perro (adomuka)…
Ya con el calorcito interno… a prender el fuego con un buen esfuerzo, también apuntando a activar todo el cuerpo, desde la fuerza, la precepción y la coordinación para tenerlo disponible, haciendo foco especialmente en la columna: caminatas para los pies (en punta, talón, chuecos y patizambos; combinados, de frente y de espaldas); ejercicios para las piernas y el centro; ondulaciones de cuello, plexo solar y pelvis (solos y en parejas), y de toda la columna; y saltos.
La improvisación, esta vez, consistió en una preparación para la danza de la serpiente del mandala de energía corporal (que es la que le sigue a la danza del corazón). Entonces, primero hablar un poco del ser serpiente (la kundalini, del yoga) y los rastros reptilianos que todavía tenemos, la idea de pensar la columna proyectada hacia arriba y hacia abajo, como una cola de reptil. Después, a danzar: dormir, acordar, despertar con el león, cerar, formar una bola de energía (material, lo más material que se pueda) e introducirla por el primer chakra (bastante potente la imagen!) y a ver cómo resuena en la columna, qué energía se despierta, y cómo! Fuerte… Unos quince minutos. Cerar de nuevo, repasar a vuelo de pájaro (interno) la experiencia para hacerla consciente. Y después unas preguntitas para trabajar a modo personal: qué fue lo más representativo (cuándo nos quisimos hacer las víboras)? Y en qué momentos o lugares actuamos más movidos desde la energía?
Algunos datos para tener en cuenta: la visita de Maura Baiocchi en junio. La posibilidad de salir a trabajar en algún espacio urbano (y “ensayo” previo en algún lugar intermedio donde podamos estar tranquilos pero con la ciudad de fondo).
La serpiente se despidió con un “Sssssssssssssssssssssssssssssss” vibrante y conjunto. 
Cecilia.

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