RELATORIO
Viernes 3 de mayo de 2013
Viernes 3 de mayo de 2013
Como un
comienzo para algunos (Anita y Leticia, participaron por primera vez) y un
reencuentro para otros que hacía mucho que no íbamos, se deslizó vibrante el
encuentro pasado. Estábamos, además, Javiera, Romina, Antonia, Uriel, Virginia,
Georgina y Rodolfo. También se sumó Yami, como observadora.
Viernes…
galpón, luz de atardecer que se va apagando, pero envuelve en una especie de intimidad…
lindo! La serpiente dormía todavía y en cada etapa del encuentro nos fuimos
preparando para activarla y dejarla serpentear tranquila hacia el final.
Como
cada encuentro, una buena entrada en calor, progresiva, disfrutable. Primero lo
primero: posición cero para conectar con toda la energía interna y externa
(atraer el caos y darle forma) y contrapostura; después la polea, para empezar
a activar la fuerza (la cualidad de piedra); postura de gato, para la columna;
posición del perro (adomuka)…
Ya con
el calorcito interno… a prender el fuego con un buen esfuerzo, también
apuntando a activar todo el cuerpo, desde la fuerza, la precepción y la
coordinación para tenerlo disponible, haciendo foco especialmente en la
columna: caminatas para los pies (en punta, talón, chuecos y patizambos;
combinados, de frente y de espaldas); ejercicios para las piernas y el centro;
ondulaciones de cuello, plexo solar y pelvis (solos y en parejas), y de toda la
columna; y saltos.
La
improvisación, esta vez, consistió en una preparación para la danza de la
serpiente del mandala de energía corporal (que es la que le sigue a la danza
del corazón). Entonces, primero hablar un poco del ser serpiente (la kundalini, del yoga) y los rastros
reptilianos que todavía tenemos, la idea de pensar la columna proyectada hacia
arriba y hacia abajo, como una cola de reptil. Después, a danzar: dormir,
acordar, despertar con el león, cerar, formar una bola de energía (material, lo
más material que se pueda) e introducirla por el primer chakra (bastante
potente la imagen!) y a ver cómo resuena en la columna, qué energía se
despierta, y cómo! Fuerte… Unos quince minutos. Cerar de nuevo, repasar a vuelo
de pájaro (interno) la experiencia para hacerla consciente. Y después unas
preguntitas para trabajar a modo personal: qué fue lo más representativo
(cuándo nos quisimos hacer las víboras)? Y en qué momentos o lugares actuamos
más movidos desde la energía?
Algunos
datos para tener en cuenta: la visita de Maura Baiocchi en junio. La
posibilidad de salir a trabajar en algún espacio urbano (y “ensayo” previo en
algún lugar intermedio donde podamos estar tranquilos pero con la ciudad de
fondo).
La
serpiente se despidió con un “Sssssssssssssssssssssssssssssss” vibrante y
conjunto.
Cecilia.
Genial tu relatorio Ceci, me encanto!
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